Ha pasado un año y cuatro meses del triunfo electoral de Luis Abinader PRM con la consigna de “El Cambio”.
Lamentablemente, muchos de los problemas que movilizaron a la gente, que votaron por el cambio se mantienen en el mismo estado y se han profundizado.
Y si hace un año pensábamos que el cambio resolvía el problema, hoy está quedando claro que es un símbolo que ayudó a descomprimir la crisis, pero nada más que eso.
Hoy tenemos un alza impresionante de la canasta familiar, los artículos de primera necesidad, los servicios todos y además deteriorados, la delincuencia e inseguridad en clímax.
El único tema favorable al gobierno es la persecución de la corrupción y se diluye al observar que sólo es contra un grupo o partido político DaniloPLD.
El PLD ha decidido tomar el camino de la lucha y expectativas de su militancia ante lo que llama persecución política e intento de descrédito.
Se intuye que la clase política y partidos de oposición a partir de enero harán una oposición de denuncia y lucha social más aguerrida, si el gobierno y Luis Abinader no logra el consenso con partidos y líderes, si no logra ponerse a la altura que demanda y espera el país ante la crisis que nos envuelve, si las instituciones del gobierno, incluyendo la justicia o procuraduría general no son capaces de generar confianza, estaremos ante un momento incluso más complejo.
Después los dueño del país, los que gobiernan no nos digan: “no lo vimos venir”.