Durante todo septiembre de 1963 el pueblo se mantuvo alarmado ante los rumores de que sectores retardatarios de la oligarquía, en contubernio con parte de la iglesia católica y militares trujillistas, preparaban un golpe de Estado contra el gobierno constitucional del profesor Bosch. Sin embargo, el Doctor Segundo Armando González Tamayo, presidente de la República en funciones, puesto que el presidente titular profesor Bosch se encontraba en México, respondió torpe e ingenuamente a esa alarma diciendo; “El rumor de que se está preparando un golpe contra el gobierno forma parte de una campaña que tiene como finalidad crear un estado de intranquilidad en el país”.
Entonces, la alta dirección del PRD, contrario a la actitud del gobierno, publicó el 20 de septiembre un comunicado que en sus resoluciones acordaba: 1.- Movilizar nacionalmente toda la militancia del Partido manteniéndola en estado de alerta, lista para hacer frente a cualquier emergencia. 2.- Repudiar enérgicamente las actividades subversivas de sectores de oposición”.
Dicho documento lo firmaron: Angel Miolán, presidente; José Francisco Peña Gómez, Secretario General interino; Rafael Gamundi Cordero, Secretario Nacional de Organización; Francisco Andujar, Secretario de Asuntos Sindicales; Thelma Frías, Secretaria de Asuntos Femeninos; Napoleón Núñez, Secretario de Prensa y Propaganda; además de Manuel Eusebio, Virgilio Gell, Jorge Yeara Nasser, Eugenio Mota Contín, Jacobo Majlulta, Antonio Martínez y Alfredo Zabulón Díaz, miembros del comité ejecutivo nacional.
Cinco días después de publicado este comunicado, se produjo el temido golpe de Estado que negaban las autoridades gubernamentales. Horas más tarde, el PRD, a través del Listín Diario, llamó al pueblo dominicano a luchar por el “ retorno a la constitucionalidad sin elecciones” iniciando las actividades conspirativas de donde nacieron los héroes inmortales Francisco Alberto Caamaño Deñó, Rafael Fernández Domínguez, Hernando Ramírez, Peña Taveras, Montes Arache, Héctor Lachapelle y Juan María Lora Fernández, entres otros, desatándose una feroz persecución contra los demócratas civiles y militares de todas las tendencias, produciendo vacilación en algunos perredeistas que antes que luchar preferían negociar con el Triunvirato golpista.
Entonces, aguerridos dirigentes del PRD bajo la conducción de Peña Gómez, hicimos público el siguiente documento, que condujo a la gloriosa guerra del 24 de Abril: “Después del golpe de Estado Cívico Militar, que derrocó al gobierno Constitucional, perpetrado el 25 de septiembre por generales y coroneles traidores a su misión de salvaguardar la soberanía nacional y por políticos sedientos de poder, nos corresponde ahora, en gran parte, realizar la tarea magna e iluminante de rescatar las instituciones democráticas derribadas salvajemente por los autores del madrugonazo.
Advertimos que no puede realizarse ningún retorno a la constitucionalidad con soluciones mediatizadoras, que permitan o posibiliten la pervivencia de los mismos factores que a todo lo largo de nuestra historia han retardado el avance social y económico de la nación”. Firman: José Francisco Peña Gómez; Rafael Gamundi Cordero; Plutarco Sensión; Napoleón Núñez, Eugenio Mota Contín; Jaime Acosta; Santos Sena Pérez; Fernando Silié Gatón; Antonio Persia Herrera y Miguel Soto. (20-10-63 Listín Diario) Semejante proceder valiente y patriótico permitió se desatara la gloriosa guerra de Abril, de la que fue jefe político desde el inicio hasta el fin, José Francisco Peña Gómez.
RAFAEL GAMUNDI CORDERO