Por Fernando Peña. Empecé a tratar a Ulises Rodríguez en medio del fragor de la brega política en el PRD, en medio de la campaña electoral que llevaba como candidato presidencial al titán, al prócer, al líder de siempre José Francisco Peña Gómez. Ulises ingresaba a apoyar a Peña Gómez de la mano de Fernando Álvarez Bogart, que del reformismo, amigo de Peña Gómez, lo acompañó como su candidato vicepresidencial. Ulises no ha sido de grandes luces académica ni intelectuales, ni es un teórico ni un conceptualizador, es más bien un individuo de sobrada inteligencia, sagaz y una paciencia espartana que aplicada a la política es mortal y deja grandes beneficios. Siempre intercambiamos ideas, admito que le he dado algunas orientaciones y consejos, siempre me ha escuchado, él escucha, observa y eso es bueno en todo político. Hay una condición que él tiene, y es un lingote de oro en cualquier político, relaciones humanas. Un político sin relaciones humanas no es nada, ni llega a nada. Creo que eso le ha favorecido mucho. Él se fue al PRM yo me quedé en el PRD. No obstante hemos seguido con ese grado de amistad y compañerismo. Ulises, hoy es alcalde de Santiago,gracias a su trabajo y perseverancia, al apoyo de su partido, a la circunstancia política que le favoreció. Tengo muchos meses que no hablo con Ulises, lo felicité por WhatsApp lo llamé para felicitarlo y nunca recibí respuesta, hoy públicamente lo felicito y espero que haga el mejor de los desempeño como alcalde de Santiago. Tiene una prueba, que es la mayor de su vida y carrera política, porque debe mantener el orden, la limpieza de la ciudad que durante dos periodos fue el mayor éxito del ex alcalde Abel Martínez PLD, y la organización y oden en el Palacio Municipal. Tiene Ulises que mantener esos logros y superarlo. Puedes hacerlo, porque cuenta con un gobierno y presidente de la República, Luis Abinader, que hace inversiones fundamentales en la provincia y el municipio. Y lo ayudará ha hacer un buen Gobierno Municipal. Excusas no tendrá Ulises!!! Solo debe bien administrar para todos los Santiagueros, no para grupos empresariales tradicionales, ni intereses políticos, ni clanes personales. Le harán mil propuestas y encontrará cortesanos que se entregan a todos los alcaldes representante de intereses, no de la ciudad, aunque su discurso sea “a favor de Santiago”. De esos supo cuidarse muy bien Abel Martínez. Y por último, no te llene de ambición, ni ambiciones políticas, has tú trabajo por Santiago, esa es su única meta día a día, el cumplimiento de la misma traza el camino político. Santiago no puedes estar aislada del mundo, desarrolla la Diplomacia Municipal, proyecta a Santiago con los pueblos del hemisferio, cooperación, hermanamiento e integración debe ser una meta en tu gestión.
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