EDITORIAL
Por Fernando Peña
Si, porque un Jefe de Estado, representa la unidad nacional.
Por ello, los diferentes sectores vivos del país vieron con agrado y beneplácito el llamado y posterior reunión del presidente Luid Abinader con los líderes de los partidos políticos. Visitó a Leonel Fernández, Danilo Medina y Guillermo Moreno.
Llamar a la unidad nacional y representar esa unidad rebasa el ámbito de la retórica y de las “buenas intenciones”.
¿En qué consiste representar la unidad nacional?
Los del gobierno y algunos aliados abogan por que el presidente de la Republica ignore a la oposición política, y así no puede representar, la unidad nacional.
Por las secuelas de crisis económica y social que nos deja el Covid19, por la parálisis de la economía, el turismo y las muertes lacerantes de miles de ciudadanos es imperativo casi obligatorio la unida y voluntad de todos los sectores para la recuperación de la nación.
A pesar de que el presiente Luis Abinader no incluyó al PRD en las reuniones iniciales con los partidos y dirigentes, el partido blanco a puesto a disposición del país, del gobierno y el presidente Luis Abinader sus relaciones internacionales con gobiernos, países y líderes mundiales para ayudar, contribuir a enfrentar la Pandemia, el Covid19.
El presidente del PRD, Miguel Vargas, excanciller de la República y su vice presidenta Peggy Cabral, también ex vice canciller, hicieron toda una serie de contactos, gestiones y propuestas con gobiernos, partidos y líderes para dar las asesorías y contribuciones necesarias para que el país enfrente con mayor éxito el Covid19.
El PRD es un partido histórico, con unas relaciones internacionales excelente, es una oportunidad para iniciar la colaboración con el gobierno y el presidente dominicano en aras de buscar soluciones y ayudas internacionales.
Una de nuestras malas fortunas y del deterioro de nuestra vida pública, ha sido los tirantes, la desunión y el odio de los políticos, partidos y gobernantes.
Un presidente debe proceder como jefe de Estado, no de partido o de facción, no debe colocarse al nivel de los demás actores de la controversia pública, no debe olvidar que representaba a la Nación y que debe encarnar lo mejor de los valores colectivos y nacionales.
Claro, eso no significa que el presidente no deba entrar a la agria batalla, a la combatividad de la política nacional, que se desnude de la augusta clámide de la primera investidura para bajar a la candente arena de los gladiadores a dar, pero también a recibir, no.
Ni mucho menos obstaculizar a quienes ejerzan el derecho a oponérsele y busquen convertirse en alternativa de poder.
Insisto, el PRD puedes aportar mucho al presidente Luis Abinader, al gobierno, al país, en medio de esta calamidad de salud del Covid19 y los problemas económicos y sociales que deja esta pandemia.
El presidente Luis Abinader debe acoger y recibir la ayuda y colaboración del partido blanco, y recibir a la dirigencia del PRD con total respeto de las diferencias, dentro del marco y el propósito de “construir un país para todos, para quienes piensan como el presidente Luis Abinader, pero también para quienes piensan diferente”.
No puede haber “un espejo retrovisor” y “mucho menos gobernar con odios”.