Dos de las cuatro mujeres que acusan de maltrato físico a Eric Schneiderman se identifican en el artículo. Se trata de Tanya Selvaratnam y Michelle Barish, que califican el abuso de “asalto” aunque nunca lo denunciaron a la policía. Sí aseguran que llegó a axfisiarlas y que tuvieron que recibir atención médica por los golpes que recibieron en la cara. Las otras dos víctimas optaron por el anonimato por miedo a las represalias. Todas describen episodios violentos.
Selvaratnam asegura que Schneiderman les amenazó tras los abusos, diciéndoles que podían perseguirlas y pinchar sus teléfonos. Incluso dijo que las mataría si rompían la relación sentimental con él. Desde el entorno del fiscal responden diciendo que “nunca hizo estas amenazas”. En una breve declaración colgada en Twiiter, sí admitió que realizó juegos eróticos aunque precisa que estos actos sexuales era de mutuo acuerdo.
«En la privacidad de relaciones íntimas, he practicado actividades sexuales de fantasía [role-playing]. No he agredido a nadie. Nunca ha practicado sexo no consentido, una línea que no cruzaría». Las revelaciones se conocen cuando no han pasado tres meses desde que este mismo fiscal demandara a la compañía Weinstein y a sus gestores por permitir los abusos sexuales. La acción legal obligó a dejar en suspenso la venta de la productora. Schneiderman participó además en Nueva York en la gran movilización organizada en defensa de los derechos de la mujer.
El gobernador Andrew Cuomo no tardó en pedir una «investigación inmediata» y pide incluso que dimita. “Nadie debe estar por encima de la Ley”, afirma el también demócrata, que antes ocupó el mismo cargo. Citando el artículo del New Yorker, considera que debido al “patrón de hechos” descritos “no creo que sea posible para Eric Schneiderman continuar sirviendo como fiscal general”. Su nombre sonó durante los últimos años como potencial candidato a gobernador si el también demócrata Andrew Cuomo tenía aspiraciones más grandes en 2020.
Su intención de momento era volver a presentarse a la reelección como fiscal general en las próximas elecciones de noviembre. Eric Schneiderman, que acaba de cumplir siete años en el cago, es también uno de los más combativos contra las políticas del presidente republicano Donald Trump, del que llegó a decir que es la mayor amenaza para los neoyorquinos y por eso emprendió una batería de acciones legales para proteger a los neoyorquinos. El enfrentamiento entre ambos es anterior a que el empresario llegara a la Casa Blanca. Trump le llamó corrupto.