Por C.J. BARRO
SANTIAGO R.D. – Las ideologías jugaron un rol preponderante en las luchas políticas en el siglo pasado.
La revolución Bolchevique, los cambios estructurales en la China de Mao Tse Tung, el Nazismo y el fortalecimiento de los tentáculos del pulpo del norte, matizaron cambios, enfrentamientos y caldo de cultivo para los teóricos conceptualistas.
El Marxismo cautivó con singular arraigo las tropas sociales y políticas de avanzada, pues daba sostén ideológico a cambios estructurales planteados en un sistema político de concepción socialista.
El marxismo es también eje de contradicciones, y surgen corrientes antagónicas entre iguales y se desarrollan las corrientes postulantes del marxismo Lenninismo y el marxismo Maoista.
Estas corrientes ideológicas han disminuido la intensidad de sus conceptualizaciones y en ambos hábitat políticos se ha producido una metamorfosis impropia, negadora de principios y vinculante a espacios que antes ellos renegaban, argumentando ser terreno imperialista.
El Nazismo, muere con Hitler, pues nunca tuvo sostenibilidad ideológica, sino que era el traje a la medida de un dictador arquitecto de la burbuja propagandistica.
La socialdemocracia y el social cristianismo mostraron caras nuevas en la interpretación de los fenómenos socio-politicos, logrando importantes avances que se han visto reducidos por la desaparición física de sus principales auspiciadores.
El imperio de Norteamérica acusa un deterioro predecible por un ausente momento de creatividad en términos estratégicos que le ha llevado a tener como inquilino de la Casa Blanca a personas que evidencian perturbaciones y obseciones mentales.
Con la desaparición de la Unión Soviética, las muerte de Fidel Castro y Hugo Chavez, así como la persecución politico-judicial contra Lula, prevéen un notable retroceso de las fuerzas revolucionarias en el mundo.
La China de hoy, le proyecta como el gran imperio del mañana, pues esta nación tiene claros objetivos y ha hecho una singular transición de lo feudal a lo fabril, sin descuidar las estructuras productivas.
Con el imperio del norte y las viejas ideologías en cuidados intensivos, se torna evidente el acentuamiento y fortaleza del futuro imperio Asiático.