POR CJ BARRO
SANTIAGO R.D. – El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) cumple 80 años de haber sido constituido en la Habana, Cuba bajo la inspiración patriótica de insignes dominicanos.
Como organización política, el PRD ha jugado roles estelares en cada una de las luchas democráticas del pueblo dominicano.
Juan Bosch, con singular sapiencia condujo el PRD al poder político de la nación en los comicios celebrados en el año 1962.
Tocó al Dr. Peña Gómez llamar al pueblo a la heroica gesta de abril de 1965 en procura de la vuelta a la constitucionalidad pérdida tras el golpe de estado a Bosch en el 1963.
Peña Gómez condujo al PRD al poder en los comicios de los años 1978 y 1982, acentuando la apertura a la democracia que hoy disfrutamos.
El PRD se sobrepuso a la muerte del Dr. Peña Gómez y vuelve a dirigir los destinos nacionales en el proceso electoral del año 2000.
Tras la derrota electoral del año 2004, el PRD se disminuye, y un grupo de hombres con el Ing. Miguel Vargas Maldonado a la cabeza, logran lo que parecía entonces imposible: El relanzamiento del PRD.
Las luchas intestinas dividen nuevamente el PRD, en el año 2015, reduciendo su fuerza estructural y el caudal de votos en las urnas.
En una acción de supervivencia política, el PRD pacta con el PLD en los pasados comicios bajo el lema «Gobierno Compartido».
Insatisfacciones y justificadas quejas afloran en la dirigencia media y de base del PRD en Santiago, por lo que llaman incumplimiento por parte del gobierno peledeista de los acuerdos que hicieron posible la alianza electoral en el 2016.
Estamos en la antesala del 2020 y desde ya, varias interrogantes se apoderan del escenario político en el PRD, siendo la más frecuente de cuál será el método utilizado por la alta dirigencía perredeista para lograr la integración de los cuadros políticos de ese partido a trabajar por la reedicion de otro acuerdo electoral con los morados.
Bajo que promesa accionaria, la dirigencia de base a favor de una alianza PLD-PRD si no han sido tomados en cuenta.
Otra pregunta que se formulan es si podría relanzarse el partido sobre la base de los perredeistas que actualmente están insertados en el gobierno peledeista.
Otros perredeistas postulan sobre la necesidad de llevar candidaturas propias a todos los niveles y en ese sentido, el pre-candidato Tony Peña Guaba es partidario de ir solos a los comicios en lo que el llama «Una fórmula para preservar la institucionalidad».
La bandera blanca debe y tiene que surcar los aires, la mística no puede ser sepultada por las mieles embriagadoras del poder.
El PRD, tiene como base para su relanzamiento su mística, ese fervor que subyace en cada perredeista por su jacho y glorioso himno, que invita al sacrificio y al patriotismo.
El 2020 definirá en gran medida el futuro del PRD, y sobretodo definirá el rol a jugar por la alta dirigencia perredeista que tendrá que decidirse entre el camino del patriotismo y la identificación propia o si coloca un EPD en sustitución de sus emblemáticas siglas.
