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jueves, marzo 27, 2025

Algunos aspirantes presidenciales en crisis, no el PRD

Por Fernando Peña

Mas que crisis es un pugilato de las elites políticas dominicanas lo que observamos en el espectro nacional, ni siquiera Ia opinión pública se aleja de los caudillos y partidos tradicionales.

Han intentado identificarse con movimientos adversos, como el Movimiento Verde y organizaciones independientes, pero han reculado al darse cuenta de la inmediatez y falta de estructura y actitud de cambio de esos movimientos.

El problema no es etiquetar de que hay crisis en el sistema de partidos, es que así no se refleja en el comportamiento electoral, ni aparece un fenómeno de liderazgo o cambio político en dominicana.

Aquí aun pesa mucho el dominio que tienen esas elites sobre las distintas cuotas de poder electoral de las clases sociales (en particular Ia hegemonía poblacional de los pobres).

No existe aún en República Dominicana una crisis del sistema político-partidario, mucho menos el surgimiento de nuevas formas del quehacer y  de representación política.

Las elites tienen un peso político y electoral determinante, las sentencias del TSE contra el PRD y el PRSC es un reflejo de esa lucha que librar entre si las elites, unas por quedarse y otras por volver a dominar al Estado al gobierno.

En esa lucha vemos como movilizan los recursos políticos a su disposición (los económicos, su poder social) para influir sobre el destino político dominicano.

Los gobiernos últimos del PLD han sido más proclives a aceptar las demandas de Ia clase media y baja, sin alejarse de la alta, lo que le da un peso en las elecciones.

Porque es una división o crisis entre las elites, es que observamos que ni las grandes divisiones de los partidos, ejemplo PRD, han podido destruirlo, porque a lo sumo se da mudanza de militancias y lealtades, sin adjurar definitivamente de su partido de origen.

Esa división de elite se da en el PLD, ahora la vemos en el PRM, observen que no estructural ni ideológica, sino por la candidatura presidencial entre el expresidente Hipólito Mejía y Luis Abinader.

Fue la misma razón por lo que ellos se fueron del PRD e intentar formar el PRM.

Esa lucha llega a extremo, se reflejó en la marcha verde, recuerden que, en pleno apogeo de ese movimiento efímero, el sector de Luis Abinader levantó la campaña sucia contra Hipólito Mejía, ahí donde protagonizó su asistencia Abinader se levantaron cartelones y consigna acusando a Hipólito de que era un ladrón y que tenía que estar preso dentro del grupo de Odebrecht.

Dicha campaña sucia contra Hipólito empezó en Nueva York, por esas contradicciones no pudo realizarse convención del PRM en esa urbe, y los grupos de Luis Abinader, y Hipólito Mejía se fueron a las trompadas y sillazos con teniendo que intervenir la Policía de Nueva York.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con Miguel Vargas de líder es el que luce, después de su división, más sólido, unido y compacto.

Esa compactación, esa adecuación a la armonía, organización y disciplina crea celo político, y las elites contrarias activan para desactivarla.

No ha sido casual que en la crisis de elites del PLD el grupo de Leonel Fernández que controla el Tribunal superior Electoral, ( TSE), de un golpe al PRD, con dos sentencias en contra del partido blanco y Miguel Vargas.

Trata ese grupo de debilitar al principal aliado de Danilo Medina y el gobierno, al partido que no tiene crisis y está compactado: el PRD.

Además, está a la vista que las elites se protegen en intereses comunes, un día están a muerte y otra están de abrazos, dependiendo de la circunstancia.

Se mueve esa estrategia en  funglodes y Leonel Fernández, cuando en complicidad con el  PRM,  forzan al PRD a una convención a destiempo, le dan vigencia de causas a un hombre expulsado del partido blanco por problema de inconductas,  indisciplinadas, que vive difamando al PRD y su líder Miguel Vargas.

Es un intento de debilitar al PRD a Miguel Vargas como aliado de oro de Danilo Medina.

Evidente que es un plan político montado de forma estratégica por el grupo de Leonel Fernández, y Funglodes.

Piensan que si debilitan a Miguel Vargas y al PRD también le dan una estocada mortal al mejor aliado que tiene el presidente Danilo Medina.

El grupo de Leonel Fernández está decidido a todo para impedir una nueva reelección de Danilo Medina, no le importa el caos institucional, el resquebrajamiento del sistema democrático ni del sistema de partidos.

Por todo ello, es correcta la decisión del PRD y Miguel Vargas de cero distracciones, de seguir su proceso de movilidad política, de reorganización, de adecuación y crecimiento electoral de su partido.

Bien por el PRD de mantener su alianza con Danilo Medina hasta el 2020 y proclamar ir solo a las elecciones del 2020.

Las circunstancias y los hechos determinarán el rumbo de alianza o no que tomará el PRD, porque el partido blanco no ha hipotecado su independencia y autonomía política con la alianza con Danilo Medina-PLD.

Lo mas visionario de la militancia y dirigencia del PRD es mantener su apoyo y unidad incondicional a su líder Miguel Vargas.

 

 

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