SANTIAGO, R.D. – La pasada convención del partido revolucionario moderno PRM que eligió sus autoridades locales y nacionales, trajo consigo una renovación importante en el liderazgo institucional.
En esta ciudad de Santiago los perremeistas eligieron a Andrés Cueto para presidir el comité municipal y a Federico Reynoso como secretario general.
Es evidente que Cueto ha imprimido dinamismo a las estructuras partidarias, calendarizando reuniones zonales, regionales y municipales, así como gestionando la adquisición de un local propio, y definiendo una línea opositora en lo referente a la municipalidad.
Cueto, actualmente está inmerso en una delicada tarea, que es la búsqueda de un equilibrio prudente y necesario de las fuerzas que cohabitan a lo interno de esa organización política opositora.
Cueto ha aprendido a caminar sobres el filo de una navaja sin ver mutilado sus pies, y ha podido articular planes de trabajo principalmente en lo organizativo.
En la víspera de un complejo proceso interno que ha de elegir sus candidatos a todos los niveles, Cueto tendrá que aprender un nuevo arte que es fumarse un cigarrillo debajo del agua sin ver apagar su llama.
Esto lo decimos porque en todo proceso convencional la pasión genera conflictos y estos a su vez traen consigo deserciones y señalamientos acusatorios.
Cueto, ha demostrado destreza en el manejo institucional de un partido como el PRM que debe articular una propuesta municipal que cree expectativas de triunfo en la dirigencia y militancia perremeista.
Si el PRM entra en competencia por el gobierno local, sin lugar a dudas esto se traduciría en el fortalecimiento de sus candidaturas nacionales y legislativas.
Cueto, sigue mostrando un amplio repertorio de picheo que le ha permitido ponchar a sus opositores internos, utilizando lanzamientos que sorprenden los aguerridos bateadores.
Muchos consideran que Cueto ha hecho la transición natural que transforma la fogosidad y la pasión por la estrategia y la razón, de ser así podría entonces seguir transitando con éxito el complicado laberinto político.