Pese a estar vetado por la Academia de Hollywood durante los próximos nueve años, Will Smith se coló este domingo -aunque de refilón- en la 95 edición de los Premios Óscar, principalmente en forma de chascarrillo, en boca del presentador Jimmy Kimmel.
Un año después de la bofetada más comentada en la historia de los Premios Óscar y pese a que la Academia deseaba pasar página al desafortunado suceso, el actor ha sido mencionado desde los primeros minutos de la gala, en el arranque de Kimmel.
«Queremos que te sientas seguro. Y lo más importante, queremos que me sienta seguro. Por lo tanto, contamos con políticas estrictas y si alguien en este teatro comete un acto de violencia en cualquier momento durante el espectáculo, se le otorgará el Oscar al mejor actor y se le permitirá dar un discurso de 90 minutos», dijo el cómico.
