31.8 C
Santo Domingo
domingo, septiembre 14, 2025

Un soldado más o un soldado menos…¿Qué importa si ya no estoy?

Por Bolívar Balcácer
Cuando una sociedad pierde su norte, su mística y sus sueños, la ausencia o presencia de un soldado deviene en insignificancia. ¡Qué ironía más dolorosa! En este teatro de apatía que hemos montado, donde la pesadilla es rutina, la figura del soldado, otrora símbolo de honor y resistencia, se desvanece en la indiferencia.

Si un soldado no hace diferencia, entonces la tragedia no está en la guerra, sino en el alma muerta de un pueblo que ha olvidado soñar y despierta solo para lamentar.

¿Qué importa si ya no estoy? Quizá el mundo siga girando igual, con su rutina de amaneceres y atardeceres, como si mi ausencia fuera apenas una sombra que se disuelve con el paso de las horas. Tal vez las calles continúen llenándose de gente que ríe, que discute, que corre para llegar a tiempo, sin saber que hubo alguien que soñó, que amó y que alguna vez creyó que podía dejar huella. A lo mejor, el eco de mi voz se irá apagando hasta confundirse con el murmullo constante de la vida en un mundo que ya cambió.

Que no queden huellas ni recuerdos… porque las huellas son caminos que uno recorre una y otra vez con la mente, y los recuerdos, espejos que reflejan lo que ya no está. Es mejor borrarlo todo, dejar que el viento se lleve las palabras, que la lluvia lave las imágenes y que el tiempo, como un paciente tejedor, descosa los nudos que atan el alma al ayer. La memoria puede ser un jardín hermoso, pero también un campo de espinas que uno pisa descalzo. www.tvmctv.com

SIMILARES

POPULARES