Por: José Francisco Peña Guaba
Reflexiones atrevidas #91:
Después de terminadas las elecciones municipales, se ha querido vender un panorama brumoso, una percepción de triunfo que se desea extender a las presidenciales de mayo por parte del oficialismo, en una campaña mediática bien orquestada y pagada con los recursos públicos.
Tal y como lo había expresado en mis recientes reflexiones y especialmente en nuestro artículo «Las municipales, la batalla por la percepción», donde explicamos cuáles serían los resultados que se darían, la victoria del PRM y sus aliados en la obtención de cargos municipales era esperada debido a la atomización de las opciones opositoras, simple, el partido de gobierno unificó sus candidaturas en la boleta electoral, mientras que los partidos opositores presentaron candidaturas individuales la mayoría de los municipios del país, por lo que era de esperarse lo que sucedió, la victoria oficialista.
Los reeleccionistas, expertos ilusionistas, desean convencer al electorado de que todo lo concerniente a mayo ya está decidido por los resultados de las elecciones municipales, pero nada más incierto que esto. Aunque no podemos ignorar que los resultados han afectado en cierta medida el imaginario popular de la oposición, mis apreciados lectores deben estar seguros de que «ahora es cuando comienza el juego».
Vamos a desmontar lo que la maquinaria reeleccionista desea fijar en las mentes de los electores: “que el Presidente Abinader ya ganó las elecciones”. Sin embargo, dista mucho de que eso ocurra aún. Por lo tanto, explicaré a continuación cuáles son las abismales diferencias entre las elecciones recién pasadas y las próximas del mes de mayo. Veamos:
1. Los gobiernos han ganado siempre las elecciones municipales desde que se instituyó la división de la elecciones. En 1968, el Partido Reformista obtuvo la victoria; en 2002, el PRD bajo el gobierno de HIPÓLITO MEJÍA; en 2006 y 2010, el PLD bajo los gobiernos de Leonel Fernández. Solo en dosocasiones la oposición ganó de manera excepcionallas elecciones municipales: en 1998, debido al impacto del fallecimiento días antes de mi padre, JOSÉ FRANCISCO PEÑA GÓMEZ; y en las elecciones de 2020, gracias a las elecciones municipales de febrero que fueron suspendidas. Sin duda alguna, de haberse realizado, el danilismo gobernante habría ganado esas elecciones municipales.»
2. Las elecciones municipales son comicios donde lo que determina quién las ganará es la operatividad de la maquinaria electoral, ya que aquellos interesados en participar en estas elecciones son las estructuras partidarias. Por lo general, los partidos oficialistas cuentan con más recursos y personal disponible debido al manejo de la nómina pública.
3. Si sumamos a ello la acción deliberada del oficialismo de forzar una mayor abstención para aumentar los votos-gobierno y así afectar el posicionamiento de la oposición, nos encontramos con que para tan ilegal acción, los perfumados popis del cambio invirtieron más de 8 mil millones de pesos en efectivo para comprar conciencias en la búsqueda de un planificado ausentismo electoral de los ciudadanos aptos para votar.
4. En las grandes urbes apenas votó un promedio de un 35% de electores, pero en las áreas suburbanas y rurales votó el 58%, porque ahí, en los distritos municipales la estrategia de equipo gubernamental fue distinta: inducir una mayor participación, porque en esas demarcaciones es más fácil seducir el voto por los niveles de pobreza extrema que existe en dichas demarcaciones.
5. El voto de la clase alta y media no se expresó en las municipales, ni el de los residentes en el exterior que sí van a ir a votar para las congrensuales y presidenciales. Por lo que, se espera una concurrencia electoral por encima de un 70% de los ciudadanos empadronados. En las municipales, apenas fueron a ejercer el derecho al sufragio algo más de 3,700,000 electores, pero para mayo se espera que voten casi 6 millones de ciudadanos.
6. El interés que de verdad llama la atención del elector es el nivel de elección presidencial, y huelga decir las múltiples razones. Las maquinarias opositoras y la oficialista saldrán con todas sus armas a buscar los votos, hasta debajo de las piedras, por lo que nadie debería pensar que los resultados municipales son determinantes.
7. la Fuerza del Pueblo es un partido construido sobre el apoyo a un líder, Leonel Fernández. A la dirigencia de los verdes no les interesó auspiciar el liderazgo local, por lo que su votación en las municipales no corresponde ni por asomo al nivel de respaldo que las encuestas le otorgan al presidente Fernández.
8. Si hay algo que ha sido beneficioso para la oposición es que el PLD haya obtenido una votación superior a la de la Fuerza del Pueblo. Esto ha levantado los ánimos alicaídos de la militancia morada, que,insuflados por los resultados en las municipales, van a salir a buscar ser los que clasifiquen para la segunda vuelta electoral. Eso es una muy buena noticia para las huestes opositoras, porque las maquinarias combinadas del PLD, FUERZA DEL PUEBLO y en menor medida la de los otros 6 candidatos presidenciales de la oposición, van a hacer todo lo que sea necesario para parar el proyecto reeleccionista de Luis Abinader.
9. Los que piensan que lo que ocurrió en las municipales volverá a pasar no tienen ni idea de la determinación de los actores principales de la oposición. LEONEL sabe que esta sería su última oportunidad y dará el todo por el todo para clasificar para la segunda vuelta. Danilo Medina sabe que sus verdaderos enemigos están en el oficialismo y, por más diferencia que tenga con Leonel o con el liderazgo de la Fuerza del Pueblo, hará hasta lo imposible para sacar del poder a su archienemigo, Luis Abinader, las razones están demás mencionarlas.
10. La oposición no se dejará llevar como “caña pa’ el ingenio” a un auténtico matadero electoral, y exigirángarantías electorales de transparencia y legalidad para participar en la contienda de mayo. El uso abusivo del poder no se verá de igual manera en los comicios próximos, y en los recintos electorales la JCE tendrá que imponer su autoridad constitucional, para evitar un caos que lleve al país a una grave crisis política, porque nadie le permitirá a los popis del cambio que impongan una reelección presidencial con malas artes.
El oficialismo en las municipales usó toda su capacidad de fuego para imponer el relato y la percepción de un triunfo seguro en mayo, algo inexistente porque le faltarían al PRM un millón de voto más que los que obtuvo de manera cuestionada y por medios “non sanctos” en las recién pasadas elecciones. Para ello, será necesario detener la reelección, por lo que a la oposición le conviene presentarse dividida en la primera vuelta para impedir el triunfo del oficialismo y ganar en la segunda vuelta con el candidato presidencial de la oposición que clasifique. Tengan la absoluta seguridad de que estas horas bajas pasarán y que la percepción derrotista que venden los oficialistas cambiará día a día cuando la oposición retome las calles y con fiereza defiendan sus derechos.
Sin embargo, las bases opositoras necesitarán que sus líderes den muestra fehacientes de una unidad de propósitos, que demuestren con hechos el compromiso serio de ir unidos a una segunda vuelta para vencer la reelección, y entonces hacer un gobierno compartido de coalición, que enderece los entuertos creados por el fiasco del gobierno del cambio en contra del pueblo dominicano.